Feb., 2011.
A pesar de que a partir de los años cincuenta del siglo pasado la especie humana pudo construir herramientas mentales y de comunicación verdaderamente poderosas para una convivencia amable, armónica, con capacidad de logros y solidaria, los conflictos, lejos de aminorarse, se han incrementado en los últimos tiempos. Es como aquella situación en la cual tenemos unas herramientas poderosas en nuestra casa pero no la utilizamos. Por ello, afirmamos que nuestra época es la maravillosa oportunidad de conocer, manejar con destreza y utilizar esos fabulosos recursos que, por fin, el esfuerzo de inteligencia colectiva hizo posible: Contar con técnicas y mecanismos sencillos y fáciles de aplicar para desarrollar un talante abierto, solidario, equitativo y optimista, así como una fortaleza importante para influenciar con integridad sobre nuestros semejantes, con el fin de trazar rutas comunes y tener la energía e inteligencia para recorrerlas, al mínimo costo y al máximo rendimiento.
A pesar de que a partir de los años cincuenta del siglo pasado la especie humana pudo construir herramientas mentales y de comunicación verdaderamente poderosas para una convivencia amable, armónica, con capacidad de logros y solidaria, los conflictos, lejos de aminorarse, se han incrementado en los últimos tiempos. Es como aquella situación en la cual tenemos unas herramientas poderosas en nuestra casa pero no la utilizamos. Por ello, afirmamos que nuestra época es la maravillosa oportunidad de conocer, manejar con destreza y utilizar esos fabulosos recursos que, por fin, el esfuerzo de inteligencia colectiva hizo posible: Contar con técnicas y mecanismos sencillos y fáciles de aplicar para desarrollar un talante abierto, solidario, equitativo y optimista, así como una fortaleza importante para influenciar con integridad sobre nuestros semejantes, con el fin de trazar rutas comunes y tener la energía e inteligencia para recorrerlas, al mínimo costo y al máximo rendimiento.
Ya sabemos que tal disposición hacia los acuerdos, en lugar de los desencuentros, no es natural ni espontánea. De eso da cuenta la historia de la humanidad: guerras, imposiciones, arbitrariedades, abusos, etc. han estado a la orden del día desde la salida de África hasta nuestros tiempos. Solo el esfuerzo creativo de múltiples inteligencias condujo a la conceptualización de que la paz, el amor y la libertad se conquistan con un trabajo coordinado entre partes, voluntaria e inconscientemente dirigido hacia esas metas en específico.
Y ¿qué hizo posible tal diseño de herramientas de convivencia pacífica, amorosa y fructíferamente productivas? La sistematización de pasos mentales que lograron trasladar a cada uno de los interactuantes sociales del estado mental “yo” al estado mental “nosotros”.
Este arresto educativo, gracias a las funciones naturales de nuestro cerebro, que permite colocarnos en un nivel distinto a sentir solo nuestro cuerpo y poder experimentar como propia la interacción entre pares es aprendible, mediante un entrenamiento cotidiano en donde nos ubiquemos mentalmente en dicho nivel, como podemos hacerlo cuando sabemos que una dirección dada es la correcta. La sabiduría popular lo señala cuando dice: “Mira los toros desde la barrera”, “ponte en sus zapatos” o “si fueras otra persona…”. El inquieto lector puede hacer la prueba en este momento, suspendiendo la lectura y pensando en que observa la escena que está viviendo desde otro ángulo o lugar, tal como si fuese alguien que acaba de llegar.
Este arresto educativo, gracias a las funciones naturales de nuestro cerebro, que permite colocarnos en un nivel distinto a sentir solo nuestro cuerpo y poder experimentar como propia la interacción entre pares es aprendible, mediante un entrenamiento cotidiano en donde nos ubiquemos mentalmente en dicho nivel, como podemos hacerlo cuando sabemos que una dirección dada es la correcta. La sabiduría popular lo señala cuando dice: “Mira los toros desde la barrera”, “ponte en sus zapatos” o “si fueras otra persona…”. El inquieto lector puede hacer la prueba en este momento, suspendiendo la lectura y pensando en que observa la escena que está viviendo desde otro ángulo o lugar, tal como si fuese alguien que acaba de llegar.
Cuando hacemos esto, y seguramente lo notaste al haber hecho el miniejercicio, el conjunto de emociones y sentimientos que nos acompañan se modifican, abriendo las puertas a los verdaderos motivadores profundos para pasar del “yo” al “nosotros”: acompañamiento, solidaridad, amor, conmiseración, misericordia, justicia, equidad… sentimientos descuidados en los últimos tiempos en nuestra cultura occidental pero indispensables para la convivencia armónica y efectiva, ya que cada uno de nosotros es tan solo un versionador de lo que ocurre. Así, lo único útil que indican los desacuerdos es que no hemos encontrado o fabricado la llave del entendimiento, a la cual se accede solamente vía el igualamiento en las intenciones, el lenguaje y las expresiones de dichos deseos; los cuales han de ser compartidos y celebrados, mientras dejamos bajo análisis, respetuosamente, las diferencias. Por ello, insistimos en que la vía regia hacia la convivencia pacífica, amorosa y libre es el conocimiento y manejo equilibrado de lo que es la experiencia de cada cual; y conversar hasta acordar (corazones juntos) con las intenciones, lenguaje y expresiones consensuadas, mediante el uso consciente y sistemático de las herramientas de comunicación y cultura de paz disponibles, pasando cada participante del encuentro humano, del nivel “yo” al nivel “nosotros” de organización de la experiencia humana. Dejarlo a la espontaneidad es garantizar un rotundo fracaso, tal como lo demuestra la historia.
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Dr. Luis Arocha Mariño
tel. +582127534812
http//:larocham.blogspot.com
www.conspiravivir.com
www.ilacot.com
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