Laura Montilla, Educadora, Trainer PNL, EMDR I, Coach I.C.C., Former NEUROCODEX.
Noviembre, 2010.
En los años setenta, Richard Bandler y John Grinder, lograron sistematizar un modelo altamente eficiente y eficaz en cuanto a producir los cambios deseados en personas con limitaciones de diverso tipo: emocionales, cognitivas, interpersonales, físicas y espirituales. Había nacido “la síntesis más importante del conocimiento sobre comunicación humana desde la explosión de la psicología humanística en los años sesenta”, según palabras del Science Digest. Constituyó un verdadero salto “en pos de una libertad mejor y mayor para el ser humano” como lo señala Luis Jorge González en Excelencia personal: Valores, de editorial Lumen.
Y lo que más distinguió a ese movimiento que luego, en 1978, recibió el nombre de Programación Neurolingüística (PNL), fue el uso de recursos epistemológicos y matemáticos para modelar lo que extraordinarios terapeutas hacían desde teorías diferentes, el centrarse en el cómo de la experiencia humana y el sistematizar, desde una visión única, valiosos aportes provenientes de diferentes perspectivas explicativas y operativas acerca del ser humano.
El período de los años ochenta fue caracterizado por un enorme desarrollo de los conceptos y herramientas de PNL que mostraron una gran efectividad: Sistemas representacionales, submodalidades, anclajes, niveles neurológicos, modelo Milton y Metamodelo, líneas temporales, psicogeografía… Miles de personas entrenadas en PNL contribuyeron a su extensión y profundización para la transformación humana positiva. Quizá mención especial merece Robert Dilts, particularmente creativo y afanoso en la construcción y aplicación de modelos y técnicas desarrolladas por él y su equipo de trabajo. Pudiésemos llamar a este período, primera generación PNL.
Hacia finales de los ochenta y comienzos de los noventa, los propios Bandler y Grinder, enriquecen notablemente el desarrollo de sus descubrimientos-sistematizaciones: Richard desarrolla DHE (Design Human Engineering) y NHR (NeuroHypnotic Repatterning) como pasos avanzados y complementarios a la PNL. Por su parte, John, luego de diseñar la PNL de Nuevo Código, emprende una labor extraordinaria hacia las organizaciones con Quantum Leap. Otros autores, como John McWhinter, p.e., releen la PNL desde diferentes perspectivas metacientíficas y llegan a síntesis particularmente poderosas. Llamamos a este período segunda generación PNL.
Posteriormente, en los años 90, liderados por Robert Dilts y Judith De Lozier, se desarrolla lo que denominan PNL de tercera generación, al integrar los conocimientos previos a un sentido cada vez más preciso entre el cuerpo, los programas mentales y las interacciones de las personas, en un sentido integrado y de evolución espiralada.
En Venezuela, y participando de diferentes grupos transdisciplinarios desde los años sesenta del siglo pasado, el Dr. Luis Arocha Mariño y posteriormente junto a su esposa Laura Montilla, se interesaron en la búsqueda de métodos holísticos que pudiesen subsumir lo que han llamado “la torre de Babel informativa” que caracteriza nuestros últimos 50-60 años, donde surgen constantemente perspectivas distintas acerca de por qué y cómo el ser humano piensa, dice y actúa de la forma particular como lo hace y cómo lidia con los resultados y consecuencias de su accionar, tanto en lo personal como en lo gregario. De allí, la preocupación por estudiar y ensayar la mayor cantidad posible de versiones al respecto. Al encontrarse con la PNL, en los años ochenta, constataron que hallaron un modelo sumamente poderoso para sus indagaciones y comenzaron a aplicar el modelado de la excelencia a sus propias investigaciones y rastrearon cambios logrados por otros operadores PNL. Modelando no sólo a los propios Bandler y Grinder, sino extendiéndolo a las más diversas actividades humanas, tales como deportistas, artistas, científicos, políticos, etc. fueron llegando a un factor común aglutinante de toda la experiencia humana: la NEUROCODIFICACIÓN DE LA EXPERIENCIA, de allí el nombre de NEUROCODEX, como acrónimo de ese principio fundamental que guía nuestros pasos. Entendieron que esta versión superenriquecida de la PNL constituye un holón sintagmático de la experiencia de vivir. Esto ocurrió en el año 2006, coincidiendo (Carl G. Jung lo llamó “sincronicidad”) con los 150 años del nacimiento de Sigmund Freud y los 110 de los de Jean Piaget y Lev Vygotsky, trío de genios que dedicó su vida a correr el velo de la inocencia humana en cuanto a su propio proceder. De allí la decisión de convertir NEUROCODEX en un tributo a estos tres egregios personajes.
Con NEUROCODEX, asumido como un programa de investigación-acción teórico-pragmático, logramos aglutinar más de 200 modelos dispersos –incluso, muchos de ellos ignorados entre sí- en una perspectiva común, gracias a que, utilizando las mismas guías epistemológicas y metodológicas de la PNL y otras más, conseguimos una visión holística de dichos modelos y configuramos un puzle comprensivo y comprehensivo de todo cuanto piensa, siente, dice y hace el ser humano, como sistema estructural. Particularmente valiosos fueron los descubrimientos de las neurociencias, las ciencias sociales, la biología y las éticas.
Algunos colegas que andan en búsquedas similares, nos señalaron que, estrictamente tomando en cuenta la sistematización y consecuencias pragmáticas del modelo NEUROCODEX, ha nacido la PNL de cuarta generación, en tanto que el salto cuántico que significa para el estudio, comprensión y transformación positiva y evolutiva del ser humano, lo justifica plenamente, al ser de magnitud similar al que representó el nacimiento de la PNL en los años setenta.