miércoles, 24 de abril de 2013

“BULLYING” otra nueva y vieja moda…

“Ya no podemos vivir inocentemente. En la medida en que asumamos nuestras competencias de seres superiores, garantizaremos una evolución armónica, feliz y saludable de la especie”

Aforismo NEUROCODEX

“Para educar a un niño se requiere la tribu entera”

Dicho africano
En épocas anteriores, aquí en Venezuela, se hablaba de “Cayapa” cuando, muy especialmente en las escuelas, alguien era víctima del abuso de un grupo o de algún muchacho más grande y fuerte que la víctima en cuestión. Eso forma parte de la respuesta normal y fisiológica, particularmente entre varones, cuando todavía no se ha superado la etapa egocéntrica en relación a la existencia. Dado que nosotros experimentamos el mundo desde nuestro cuerpo (y particularmente desde el sistema nervioso central) pasamos inevitablemente por una etapa en la que todos los pensamientos, emociones, sentimientos y acciones son autorreferidas. Es decir, creemos y sostenemos que lo único importante es nuestro propio proceder, considerando a los otros como rivales en esa experiencia vital. Es una etapa primitiva ontogenética que caracteriza el desconocimiento de que formamos parte de un tejido complejo que constituye el todo de la naturaleza. Es interesante destacar que en la evolución del pensamiento humano también ocurrió así en cuanto al universo y su creación. Conocida como etapa Ptolomeica, tanto por historiadores como psicólogos, donde el centro del universo era la tierra y dentro de ella el ser humano (Cf. El génesis), en el caso particular de cada uno podemos decir que se trata del ombligo, siendo sus rasgos fundamentales la urgencia de ser reconocido, aceptado y admirado por las capacidades de control sobre otros. Así, el más fuerte o con inteligencia social suficiente para ejercer liderazgo, pone en marcha mecanismos sobre aquellos otros débiles o desamparados que le ayuden a demostrar que “él es el mejor”, mediante el ejercicio de la violencia verbal o psíquica, en un entorno que no sabe cómo responder ante estas oleadas testosterónicas animales, propias de quien aún no alcanza el meritorio nombre de persona. Como quiera que, irresponsablemente, los que manejan medios de comunicación de masas, evidentemente también en etapa Ptolomeica, no vinculan las publicidades y programas donde lanzan loas a la violencia con las respuestas de los niños y jóvenes que aún no están biológicamente preparados para dominar sus impulsos atávicos, tenemos el caldo de cultivo para que el bullying se convierta en una moda por la que hemos de pasar todos…
En vista de esto, se hace necesario que los que ya somos adultos, esto es, hemos alcanzado el estatus de personas pensantes que poseemos lo que los neurocientíficos llaman funciones ejecutivas, tomemos el control de la situación. Por eso, los maestros en las escuelas han de formarse en métodos de resolución de conflictos y aplicarlos a las situaciones específicas que se presenten. Los padres (aunque serlo no es garantía de madurez) deben orientar a sus hijos sobre la temporalidad de esta situación, ya que una vez que esos niños crezcan en un ambiente saludable, basado en los valores que contribuyen y garantizan la continuidad ascendente de la especie, desaparecerá la existencia de esta nueva-vieja moda…

Coaching: para obtener el máximo beneficio de nuestros recursos

coaching
En deportes, el Coach es el encargado de mantener el rendimiento del equipo en óptimas condiciones para alcanzar el triunfo. Es el entrenador que no solo ejecuta su función hacia las acciones en la cancha sino que motiva constantemente a los jugadores para enaltecer su espíritu y ganas de alcanzar su máximo potencial. Hace algunos años, esta práctica dejó de estar circunscrita al terreno deportivo para incorporarse en el ámbito del dominio personal. Ahora, el Coach también puede ser un guía, pero de vidas. De hecho, en la actualidad existen profesionales que se dedican a “guiar vidas”, ayudan al otro a centrarse, a organizarse, a planificarse y sobre todo a encontrar respuestas. Es por esto, que este oficio de Coach, se ha convertido en una de las vertientes de la ayuda personal más vitales para el beneficio de quien es asesorado o “cocheado”.
La responsabilidad del Coach es proveer herramientas mentales que activen nexos comunicacionales y emocionales para que la persona se sienta motivada a realizar planes, metas o deseos que antes veía inalcanzables. No hay que confundir al Coach con el Psicólogo o el Psicoanalista, ya que estos profesionales se dedican a la práctica terapéutica para el tratamiento de conflictos psíquicos. Coaching es la mejor forma de poner en dirección dudas o desmotivaciones lo más pronto posible.
Profesionales de diversas áreas han adoptado esta especialidad como oficio diario, dedicándose a tiempo parcial o completo a “cochear” personas. Las razones son diversas, alguna de ellas apuntan a la satisfacción por ayudar al otro y a la rentabilidad que ofrece esta práctica.
En el Instituto Latinoamericano de Coaching y Terapia (ILACOT) hay cursos de formación que certifican al interesado como Coach en los niveles Fellow, Senior y Máster que van dirigidos a enseñar esta herramienta y a potenciar las capacidades para influir en las personas a las cuáles se les prestará el servicio.

Con los resultados electorales en la mano… ¿Qué hacemos?

proceso electorar
El cerebro solo sabe hacer una cosa: aprender y en estos momentos de tensión es importante preguntarnos ¿Qué nos es útil aprender? ¿Qué significado tiene lo que sucede hoy para el futuro de nuestra familia, país, continente, a mí como persona? ¿Me estimula a ser mejor, a tener más visión? ¿Qué voy a hacer diferente, qué  comportamientos me conviene instalar en mí? ¿Quizás esfuerzo, constancia,  optimismo,  motivación al logro, compromiso, persistencia, perseverancia?
Precisamente, la perseverancia y persistencia son valores que podemos instalar sin perder la calma y la paciencia, claro, si utilizamos las herramientas adecuadas para hacerlo. Por ejemplo, el Modelo Mandela nos enseña que no hay que ceder, hay que construir un valor superior. En este sentido, acordar no es ceder es trabajar para crear algo más allá de lo que teníamos. Entonces, con los resultados electorales en la mano ¿Qué hacemos? Entrenamiento, comprensión, amplitud, visión de futuro.
 La propuesta que nos hace el Dr. Luis Arocha Mariño, Director del Instituto Latinoamericano de Coaching y Terapia es la visualización. Salir del presente nos coloca en una situación de abstracción que conlleva a un HACER para así construir el futuro.