Muchas veces creemos que casarnos, tener  un trabajo, comprar un carro, comprar una casa, etc. nos hace felices y  plenos. Al obtener estas cosas en la vida proclamamos con orgullo lo  dichosos que somos al alcanzar estas metas. Sin embargo, al conseguir  todo esto más bien aumentan nuestras responsabilidades y compromisos, y  por ende los niveles de estrés diario. Al tener familia y bienes  materiales nos vemos en la necesidad de trabajar aún más para mantener  todo lo que hemos adquirido y pagar las deudas que nunca terminan.
Ante  esto, la reacción más común es la queja, la culpa y la frustración, sin  darnos una oportunidad de querer cambiar nuestra realidad y atrevernos a  hacer algo distinto a lo que tenemos establecido. Esto se llama  quedarnos en nuestra zona de confort y generalmente nos gusta  estacionarnos en este nivel, aunque lo paguemos con sufrimiento. Desde  pequeños nos han inculcado que “debemos aceptar lo que nos tocó en la  vida” y a partir de esta creencia movemos todas nuestras esperanzas y  energías.
Con este pensamiento  nuestras ganas de atrevernos a soñar y desplegar acciones que nos  acerquen a ellos disminuyen, quedándonos en el “me gustaría” y no  accionando para hacerlo posible. Por fortuna, podemos salir de esta zona  de confort –todo lo conocido, sea agradable o no- para irnos a una zona  distinta, la del aprendizaje –todo lo nuevo que exploramos, observamos,  comparamos y aprendemos- Esto es posible si, planificadamente,  enfrentamos nuestros miedos, rompemos creencias limitantes y decidimos  cambiar hábitos, rutinas, actitudes e incluso comportamientos  relacionados con la zona de confort para comenzar a caminar hacia una  zona distinta dibujada con claridad y precisión.
Para  conseguir lo que verdaderamente nos hace felices es imprescindible  creer en nosotros mismos, aumentar nuestro autoestima y visualizar lo  que queremos, tener en claro nuestros sueños y el por qué y para qué lo  queremos, así como los vínculos pertinentes con el entorno. Luego, sin  pensarlo, comenzar a movernos para alcanzarlo.
En  ese momento, podemos vislumbrar que a lo largo del tiempo cientos de  miles de pensadores, científicos, filósofos, humanistas y personas de  buena voluntad desarrollaron y desarrollan una miríada de procedimientos  que nos facilitan y hacen posible acercarnos a los logros pretendidos  con sentimientos y experiencias de felicidad, salud, bienestar y  armonía. Tales contribuciones son recogidas, sistematizadas y  simplificadas para convertirse en herramientas específicas  (tecnológicas, mentales, emocionales, de comunicación y corporales) en  el macrometamodelo de  vida esplendorosa y extraordinaria NEUROCODEX  (acrónimo de NEUROCODificación de la EXperiencia humana), el cual es  actualmente divulgado, practicado, aplicado y enseñado en el Instituto  Latinoamericano de Coaching y Terapia (ILACOT).
Si  es de tu interés incorporar a tu vida estas contribuciones milenarias y  actualizadas al siglo XXI, simplemente llama a la seccional Venezuela  de ILACOT por el número (0212)7530946/4927364, escríbenos a ilacot.venezuela@gmail.com o consulta www.ilacot.com   y con gusto te daremos la información que andas buscando.
Los invitamos, además, a ver el video anexo al correo.
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