viernes, 31 de agosto de 2012

Palabras peligrosas

El significado de Programación Neurolingüística, tiene que ver exactamente con la lingüística, es decir, el lenguaje. A lo largo de la vida, aprendemos el uso y significado del lenguaje, lo experimentamos y lo vivimos sin darnos cuenta. Las palabras nos afectan, para bien o para mal y activan nuestro sistema neuroquímico en cada ocasión.  Cuando alguna persona nos habla con un cierto tono de voz, con palabras positivas o negativas, de alguna manera nos programa y esto funciona de ida y de vuelta. Cuando nosotros hablamos a los demás, sucede lo mismo, los programamos.
Programación  Neurolingüística, nos ayuda a conocer y aprender a usar el lenguaje en una forma más eficiente y atractiva para tener una comunicación más clara y positiva. Aquí van algunas palabras que consideramos peligrosas por lo que realmente significan y por lo que causan.
1.- La palabra “no”.  Esta palabra no la registra la mente, es una palabra abstracta. Ejemplo: “No” pienses en un caballo. “No” pienses que va galopando. Y la mente lo registra inmediatamente. Al no registrarla, la mente registra lo que se dice a continuación del “no” por ejemplo: “no te metas a la piscina”, “no me quiero enfermar”, “no vayas a chocar el coche”, etc. Si quitamos el “no”, fíjate qué queda. La orden de meterse a la piscina, enfermarte, y chocar el coche. Esas son las imágenes que automáticamente se proyectan en tu mente, te des cuenta o no y tu mente capta el mensaje contrario y lo cumple.
2.- La palabra “pero”. Esta palabra la usamos generalmente para unir dos ideas. La primera parte de la frase puede ser algo agradable, luego viene el “pero”, y la segunda parte de la frase, anula la primera. En ocasiones pueden ser muy ofensivas si no nos damos cuenta de cómo la  estamos usando. “Tu comida está rica, pero muy picosa.” (no te gustó al comida por picosa); “Te ayudo con tu mudanza, pero hoy no puedo.” (no le vas a ayudar) Una forma de suavizar el mensaje es invertir las frases: “Esta muy picosa, pero está rica.”, “Hoy no puedo, pero te ayudo con tu mudanza.” Otra manera es, sustituir “pero”, por “sin embargo” y esto tenderá a mandar el mensaje con otro significado. “Tu comida está rica, sin embargo muy picosa.” “Te ayudo con tu mudanza, sin embargo, hoy no puedo”.
3.- Generalizaciones como “nunca”, “nadie”, “todos”, “siempre”, son palabras peligrosas porque son determinantes y absolutas.y generalmente son falsas. No hay cabida para una excepción, y terminan la conversación. Si “todos” los políticos son corruptos (habrá algunos que no lo son), pues son todos y no hay esperanza. Si “nunca” haces nada bien, (habrá algunas cosas que he hecho bien) pues es nunca y no hay posibilidades de mejoramiento. Este tipo de aseveraciones en la conversación dañan mucho, tanto al que las dice, como al que las escucha, además de que son aseveraciones falsas. Tanto padres como maestros, han cometido todo tipo de agresiones al incluir alguna de estas palabras con un niño cuando se refiere a sus habilidades.
4.- “Mañana”, “la próxima semana”, “un día de estos”, son otra serie de palabras que no te llevan a nada. Cualquiera de esas frases la puedes decir cualquier día y te encontrarás que “mañana” o las otras frases, nunca llegan. Cuando queremos cumplir objetivos estás están absolutamente prohibidas. Mejor puntualizar qué día; el lunes, por ejemplo.
5.- “Tengo que”, tiene un significado negativo. Asociamos estas palabras con algo desagradable, que nos cuesta trabajo y que implica un esfuerzo. “Tengo que trabajar”, “tengo que estudiar”, “tengo que organizarme”. Denota una obligación. Nunca decimos, “tengo que ir a la playa y divertirme”, o “tengo que faltar a la escuela”. Los primeros ejemplos requieren de un esfuerzo, y hay una batalla interna para poderlo lograr. Es más, se siente un peso encima cuando digo cualquier cosa con “tengo que”. Puedes aligerar tus obligaciones engañando a tu mente y cambiar “tengo que” por “quiero” y verás que hay ligereza y sentirás que logras las cosas con mayor facilidad. “Quiero trabajar”, “quiero estudiar” (no hay lucha) y lo podrás lograr mucho más rápido y con menos esfuerzo. Eso de engañar a la mente se puede hacer con frases que den un sentido a la acción. Ej. Yo trabajo para ….., Yo estudio porque ….. Si uso el yo quiero, sin quererlo, no me va a provocar una emoción positiva ( o sea un efecto neuroquímico positivo) ya que me suena a falsa y  por lo tanto no me va a funcionar pues estoy negando una realidad.
Estas son algunas de las palabras peligrosas para que las tengas presente y que veas cómo las usas y si te impiden conseguir tus metas.  Cuida tu diálogo interno, lo que te dices a ti mismo. Y luego cuida lo que dices a los demás.
Como ejercicio, haz una lista de las expresiones que usas con frecuencia con estas palabras para hacer conciencia y trata de cambiar las palabras para que el significado deje de ser negativo y así el efecto neuroquímico sea positivo y de motivación.
Tomado de: http://www.estrategiaspnl.com

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