Colócate en un sitio tranquilo, donde puedas estar contigo mismo, sin interrupción por varios minutos.
Toma tres respiraciones largas y pausadas y concéntrate solo en ti, sin ocuparte del tiempo.
Hazte las siguientes preguntas y permite que tu propio interior responda, desde cualquier parte de ti, en palabras, imágenes o sensaciones:
¿Qué específicamente me gustaría lograr, por mí mismo en 3, 5, 10 años (si prefieres pon tus propios lapsos)?
¿Cómo sabré que lo he obtenido: qué veré, oiré, sentiré una vez que lo logre?
¿Para qué quiero lograr eso?
¿A qué otra solicitud me lleva?
¿Qué tipo de recursos, ayudas o colaboraciones necesitaré para lograrlo? ¿Vale todo el esfuerzo que requiero llevar a cabo?
¿Me beneficia realmente?
¿Favorece a mi entorno, mis allegados, el mundo en general?
¿Cuáles son las acciones específicas que yo en persona tendré que realizar para lograr ese sueño?
Cuando a plena satisfacción respondas estas preguntas, concéntrate en tu propia imagen, oye tu voz interior apoyándote…. y lánzate a ello. Habrás sentado las bases de las decisiones que harán posible tus sueños, tus deseos, tus metas.
Abre tus ojos y convierte en acción cuanto has planificado, comenzando por lo más sencillo e inmediato.
Con este ejercicio has comenzado la aventura de utilizar la programación neurolingüística en equipo contigo, junto a Ti, a tu iniciativa, a tus recursos, a tu maravilloso yo interior y a tu brillante y espléndido cerebro para construir el mundo que quieres!
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